Todo lo que necesitas saber para usar un remolque

Un remolque es un elemento que incorporamos en nuestro coche y que permite aumentar la capacidad de carga de este. Estos elementos voluminosos permiten cargar bultos que luego se van a remolcar y que no caben en nuestro coche.

Los remolques han sido, hasta hace poco, elementos muy utilizados en el mundo rural y agrario. No obstante, cada vez es más común su uso por familias en sus traslados vacacionales, de ocio y para prácticas de distintas actividades deportivas.

Según el tipo de remolque debes de seguir unas normas para circular de forma segura y legal.

Tipos de remolques

Según el tamaño y carga útil de peso, o más concretamente según la Masa Máxima Autorizada (MMA) que pueden soportar los remolques, existen dos tipos de remolques: los ligeros y los no ligeros.

Los remolques ligeros son los que su masa máxima autorizada es menor o igual a 750 kg y no necesitan matrícula propia, seguro ni ningún permiso especial para circular, exceptuando los tractores.

Por otro lado, existen los remolques no ligeros. Son los que su masa máxima autorizada es mayor a 750kg, necesitan un permiso para circular, una matrícula específica y un seguro obligatorio.

Según el tipo de uso que se le va a dar al remolque, podemos distinguir los siguientes tipos de remolques:

  • Remolques portaequipaje, también conocidos como remolques de carga. Suelen tener una carga útil de entre 200 y 500 kg y una MMA de 300 a 500 kg. Son “el rey del remolque” en el ámbito familiar, especialmente en los viajes de vacaciones. Pueden ser remolques sencillos o de doble eje. En cuanto al material, los hay de madera, poliéster (más estéticos estos últimos), o aluminio (más robustos).

  • Remolques de caza y remolques para mascotas. Suelen tener menor tamaño pero sus características específicas los hacen remolques muy técnicos y necesarios para cazadores y/o personas que transporten mascotas y animales. Y es que cuentan con una ventilación y entrada de luz suficientes. Destacan, asimismo, sus puertas interiores enrejadas para incluir varios animales. Hay que recordar que cuando se tienen animales domésticos, es conveniente disponer de una solución práctica y segura para su transporte. Este tipo de remolques específicos están especialmente adaptados a las necesidades de los profesionales caninos, de los cazadores o de aquellos particulares y familias que quieran transportar de manera fácil, cómoda y segura varios animales a la vez.

  • Remolques porta-motos, porta-quads y porta-bicicletas. Son remolques sin “caja” (a diferencia de los remolques portaequipaje), específicamente diseñados para el traslado de motocicletas, quads y bicicletas. Suelen ser remolques rebajados de chasis simples para enganchar las bicicletas, quads o motos sin dificultad. Su carga útil puede ser desde 180 a 410 kg, y la masa máxima autorizada (MMA), entre 250 y 500 kg.

  • Remolques portabarcos o remolques náuticos. Requieren de necesidades muy específicas para dar respuesta a la necesidad de transportar la embarcación de los amantes de la navegación. Pueden ser rígidos o semirrígidos, para lanchas neumáticas y con diferentes tipologías. Se aconseja verificar bien el peso del barco a la hora de elegir el remolque más adecuado, sin olvidar añadir un cierto margen para el equipo que siempre se lleva embarcado que aumenta el peso del mismo.

  • Remolques modulables. Son un tipo de remolques “multiusos”. Están pensados para adaptarse a las necesidades de cualquier familia, ya sea aumentar la capacidad de carga del vehículo con más equipaje, irse de vacaciones, transportar bicicletas y motos, cargar residuos vegetales, etc. Suelen ser chasis desnudos, modulables y evolutivos para adaptarse a las necesidades del viaje.

Por último, a la hora de elegir un remolque, hay que tener en cuenta qué accesorios para remolques necesitaremos.

¿Cómo poner un remolque?

Para acoplar un remolque a nuestro vehículo debemos tener un sistema de acoplamiento para que quede fijado. Para conseguir este sistema debemos preguntar en nuestro taller de confianza.

Al comprar el remolque debemos de fijarnos en que esté homologado y que tenga la tarjeta de la ITV cuando nos lo proporcionen.

Cuando realizan el acoplamiento del sistema para el remolque disponemos de 15 días para verificar dicha reforma, ya que alteramos el vehículo y necesita pasar la ITV.

En cuanto a la matrícula, en los remolques ligeros llevarán la matrícula del vehículo que los remolca. Los remolques no ligeros, en cambio, llevarán su propia matrícula que deberá tener un fondo rojo y la letra R, además de la placa de la matrícula del vehículo que lo remolca.

Medidas de seguridad de un remolque

Hay que asegurarse antes de emprender el viaje que las luces estén bien y ninguna bombilla esté fundida. Igualmente, es importante que el sistema esté bien acoplado y no sufrir peligro de que se desacople y pueda causar un accidente. Cabría recomendar que antes de ponerte en marcha, revises la presión de las ruedas.

Una vez emprendida la marcha hay una serie de recomendaciones que te serán útiles:

- La distancia de frenado aumentará.

- Tienes que tener cuidado con las curvas cerradas.

- Los neumáticos de tu coche deben estar en perfectas condiciones.

- Cumplir los límites de velocidad específicos para los remolques.

- Tener cuidado cuando se circula con ráfagas de viento.

- La maniobra de marcha atrás funciona al contrario que en un vehículo normal.

- Colocar la carga de una forma específica.

- Ajustar los retrovisores para que el remolque no dificulte la visibilidad.

La velocidad cuando llevamos un remolque

Al llevar un vehículo con remolque, la forma de conducir cambiará. También cambiarán los límites de velocidad, que son específicos para estos vehículos:

Así, circulando en autopistas y autovías, el límite será de 90 km/h con remolque ligero y 80 km/h con remolque no ligero. Si nos movemos por una carretera convencional con arcén pavimentado de más de un metro y medio o con más de un carril para alguno de los sentidos de circulación el límite será de 80 km/h y en el resto de vías fuera de poblado la velocidad estará regulada a 70 km/h. En el medio urbano la velocidad máxima, con carácter general, es de 50 km/h.

Recuerda que, circulando con remolque, el exceso de velocidad es la principal causa de multas de tráfico, precisamente porque estamos habituados a conducir con el vehículo sin remolque y olvidamos dichos límites

Otros consejos para conducir con remolque

1.- Asegúrate de tener el carnet correcto y seguro adecuado. Para remolques no ligeros (con masa máxima autorizada superior a 750 kg), necesitarás un carnet especial, así como un seguro propio. Para remolques ligeros (inferiores a 750 kg de MMA según te explicamos en Tipos de remolques), con el permiso tipo B normal es suficiente. En esta última categoría están los remolques de caza, portaequipajes, portamotos, portaquads, portabicicletas, etc. Aunque los remolques ligeros no requieren de un seguro especial y quedan cubiertos por el seguro del vehículo, se aconseja declarar a la compañía aseguradora la instalación de la bola de enganche.

2.- Comprueba que tu coche puede transportar el remolque y su peso acudiendo a la ficha técnica del vehículo donde figuran los datos de peso máximo, carga máxima y carga máxima remolcable.

3.- Si no has conducido antes con remolque, practica antes. Hazlo en una zona amplia, sin tráfico y realiza maniobras de giro, aparcamiento y marcha atrás antes de emprender un viaje por carretera o ciudad.

4.- Verifica la presión de los neumáticos, tanto del remolque como de tu coche. No olvides que vas a conducir con carga y va a afectar al comportamiento del coche en carretera.

5.- Presta especial atención a la carga del coche y el remolque. No cargues más de lo necesario y aligera todo lo posible el peso en el maletero. Las maletas y bultos pesados mejor en el remolque para que la parte trasera del vehículo no baje de altura. Intenta ubicar el peso del remolque delante de las ruedas del mismo y lo más bajo posible para no comprometer la estabilidad del mismo y que gire correctamente.

6.- Revisa el remolque como haces con tu coche. Al igual que se aconseja revisar periódicamente los niveles, neumáticos, frenos y luces del coche, es conveniente revisar la fijación del enganche, los frenos del remolque, sus ejes, ruedas y luces. Y si tu remolque no es ligero, esto es, de más de 750 kgs, recuerda que tienen que pasar la ITV con la frecuencia correspondiente (cada dos años durante los primeros 6 años, y cada año hasta el décimo, y a partir de 10 años, cada 6 meses).

7.- Conduce con mucho cuidado, sobre todo al frenar, en cuestas y situaciones de viento. Incrementa la distancia de seguridad para frenar: necesitarás más metros para detener el vehículo debido al mayor peso del conjunto coche-remolque y aminora la marcha en situaciones de viento lateral, cruzado o racheado.

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