Guía para registrar una marca
Pablo Herrera
¿Qué es una marca?
Una marca es el signo de identificación de un producto o servicio. La marca sirve para diferenciarse en el mercado y no hay que confundirla con el nombre comercial que puede agrupar a varios grupos de productos, servicios o empresas. En estos casos, un nombre comercial puede ser similar a una marca, pero tener dentro de ella espacio para otras marcas.
Por ejemplo, dentro de la marca y nombre comercial Coca-Cola no solo encontramos el producto Coca-Cola, sino también otras marcas con sus respectivos productos como Fanta o Aquarius.
La marca es muy importante en cualquier proyecto ya que identificará tu producto y hará que tus potenciales clientes tengan información clave sobre lo que ofreces. Igualmente, es el aspecto sobre el que se centran la mayor parte de las campañas publicitarias.
Sin embargo, lo más importante es que tú tendrás el control de tu marca. Nadie podrá utilizar la misma marca que tú sí está registrada sin tu permiso y beneficiarse de la misma. Aun así, hay que tener en cuenta que, aunque utilizadas en muchas ocasiones como sinónimos, marca, nombre comercial y denominación social no son lo mismo.
Por su parte, la denominación social es el nombre jurídico de una compañía y no tiene por qué corresponderse con el nombre comercial o con la marca.
Dentro de una misma denominación social podemos registrar varios nombres comerciales y dentro de un nombre comercial diferentes marcas. El nombre comercial es “el signo o denominación que identifica a una empresa en el tráfico mercantil y que sirve para identificarla, individualizarla y distinguirla de las demás empresas que desarrollan actividades idénticas o similares”.
Comprobar una marca
Una vez que tengamos claro la marca que queremos registrar, el primer paso es comprobar si podemos hacerlo. Para ello tendremos que investigar si ya hay marcas similares o parecidas que hayan sido concedidas o solicitadas, para ver si podemos seguir adelante.
Hay tres bases de datos de marcas registradas que tenemos que consultar. Este punto es importante porque a menudo sobre se consulta la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), pero hay otros dos registros que podrían invalidar nuestra solicitud.
Hablamos de EUIPO, donde están registradas las marcas de la Unión Europea y el Registro de Marcas internacionales con designación en España. Si la marca no aparece, eso quiere decir que podemos ponernos en marcha con nuestro proyecto.
Si hay marcas muy similares, pero no iguales, es importante comprobar su vigencia, así como el epígrafe en el que se hayan clasificado. Igualmente tendremos que comprobar que nuestra marca no incurre en las prohibiciones de la Ley de Marcas españolas.
En el siguiente enlace podrás consultar el Registro de Marcas de la OEPM, pudiendo buscar tanto por denominación como por elementos figurativos.
Tipos de marca
Existen tres tipos diferentes de marca que podemos registrar en la OEPM. La primera de ellas es la llamada marca denominativa. Este tipo de marca consta de un nombre propio o pseudónimo compuesto por letras, palabras, conjunto de palabras o números. Si registramos esta marca solo tendremos registrado la palabra o palabras en sí, pero no otros elementos identificativos de la misma como el tipo de letra (tamaño, mayúscula o minúscula, color…).
El segundo tipo es la marca gráfica. En este caso hablamos de dibujos, logos, gráficos, pero sin ningún tipo de texto legible. Un ejemplo claro sería la manzana de Apple o el símbolo universal del reciclaje. Se trata de marcas que identifican a su producto de forma fácil, por lo que no requieren ningún tipo de texto.
El tercer y último tipo es también la marca más habitual. Se trata de la marca mixta. Este tipo de marca cuenta tanto elementos denominativos como gráficos. Es decir, proteges la palabra y el logo asociado a ella. La mayor parte de las marcas que vemos en nuestro día a día corresponden a esta tipología, por ejemplo, Coca Cola.
Clasificación de las marcas
Tan importante como el registro de la marca es indicar la clase de producto o servicio que vamos a proteger mediante al mismo. Hoy en día hay un estándar que funciona a nivel mundial, la Clasificación Internacional de Productos y Servicios para el Registro de las Marcas, también conocido como la Clasificación Niza, por ser la ciudad donde se llevó a cabo el acuerdo.
Esta clasificación está formada por 45 tipos de productos y servicios diferentes. Según la clase en la que registres la marca, esos serán los productos y servicios protegidos. A continuación, enlazaremos la clasificación completa.
Es importante saber que, aunque podemos elegir todas las clases que queramos, cada clase hará que las tasas del registro sean más elevadas, por lo que no es recomendable registrar de más sino ir solo a las clases que nos interesan.
Pincha en el siguiente enlace para ver la Clasificación Niza.
Registrar tu marca
Ya con el tipo de marca elegido y con la clase clara, llega el momento de rellenar el formulario de solicitud. Hay que tener en cuenta que podemos registrarla tanto para España, como para la Unión Europea y el extranjero, con tasas diferentes en cada caso.
Tendremos que pagar las tasas previamente a presentar la solicitud de registro. Es importante no equivocarnos con nuestros datos personales, ya que será el canal de comunicación directo de la Oficina de Patentes en caso de que necesiten cualquier documento adicional o haya algún problema.
Esta solicitud se presenta de manera presencial en la Oficina Española de Patentes y Marcas o en sus órganos competentes de cada comunidad:
Oficina Española de Patentes y Marcas OEPM
Paseo de la Castellana, 75, 28046 Madrid
Una vez que hayamos entregado la solicitud en el registro correspondiente nos tocará esperar. Los expertos de la OEPM analizarán todos los datos aportados y nos pedirán documentación adicional en caso de que sea necesario. En todo caso, siempre tendremos la posibilidad de presentar una subsanación de la solicitud. Si lo hacemos correctamente, el procedimiento continuará hasta llegar a una resolución positiva.
¿Cuánto tarda?
El proceso de registrar una marca es más lento de lo que nos gustaría. En caso de que no haya ningún inconveniente, el plazo oficial es de un año. Eso sí, pueden ser más de 12 meses si hay algún problema con la documentación o alguien presenta oposición a que la marca se registre.
En cualquiera de los dos casos mencionados, de los 12 meses se pasaría a 20 meses. Aun así, al menos conseguiríamos tener la marca registrada en menos de dos años.
Una vez registrada, tendremos el uso de la marca en exclusiva durante toda una década. Después habrá que volver a pagar tasas y renovarlo. Este proceso puede repetirse todas las veces que sean necesarias. Pero lo explicaremos en el siguiente paso.
Renovar tu marca
La persona titular del registro de la marca será quién obtenga el derecho de uso exclusivo de la misma. En España, este derecho exclusivo caduca en los productos protegidos a los 10 años. Esto significa que si queremos seguir utilizando nuestra marca una vez que haya pasado ese plazo, tendremos que solicitar una renovación.
Esta renovación está sujeta al pago de unas nuevas tasas a la Oficina Española de Patentes y Marcas y permite el uso de la misma durante otros 10 años.
La renovación de la marca debe realizarse en los seis meses previos a la fecha de expiración. En caso de olvido, se podrá renovar en los seis meses siguientes, pero tendrá un recargo de hasta un 50%. Por ello, una vez que hayas registrado tu marca, no olvides guardar también un recordatorio de la fecha de renovación.