Difusión de contenidos en LinkedIn para despachos profesionales
Pablo Herrera
Trabajar el SEO para despachos profesionales y realizar contenidos de calidad es la primera parte de una buena estrategia de marketing de contenidos. Sin embargo, muchos despachos se encuentran con un problema: tienen contenidos de mucha calidad, que han supuesto una importante inversión de tiempo, pero nadie los lee.
De nada sirve preparar guías muy amplias y específicas si no conseguimos llegar al público interesado en nuestro servicio. Es en este momento cuando aparece la difusión de contenidos. Las redes sociales se convierten en nuestros aliados para alcanzar viralidad y llegar a un mayor número de personas. Además, cuántas más comparticiones tenga nuestro contenido en redes, mejor posicionamiento orgánico en Google tendrá.
La retroalimentación entre el SEO y las publicaciones de nuestra página en redes es otro motivo por el que debemos prestarle a la difusión la atención y el tiempo necesario.
LinkedIn, la red profesional por excelencia
Twitter, Facebook, Instagram, Youtube y hasta Pinterest pueden ayudarnos en nuestra estrategia de difusión de contenidos. Sin embargo, si hay una red social que hoy es imprescindible para cualquier gestoría, asesoría o despacho de abogados esa es LinkedIn.
A diferencia del resto de redes, LinkedIn se caracteriza por su marcado perfil profesional. Se trata de un espacio donde se hablan de negocios, se llegan a acuerdos comerciales y se ofrecen las opciones de contratación más atractivas.
Mientras que en Twitter priman los contenidos políticos y las conversaciones sobre televisión o deporte, en Instagram se muestra la vida cotidiana y en Facebook intenta ser un batiburrillo de todo eso, perdiendo parte de su público e identidad en los últimos años, LinkedIn se ha convertido en la red social más seria y rigurosa.
Los contenidos de carácter legal o sobre trámites administrativos tienen en LinkedIn el entorno digital más idóneo para evitar pasar desapercibidos. Una buena gestión del perfil empresarial y un uso correcto de los perfiles personales de los empleados de un despacho puede ser de mucha ayuda para aumentar el alcance de nuestras acciones.
Solo en España hay 10 millones de usuarios de LinkedIn, lo que supone algo más de un 20% de la población total. Si añadimos que se trata de un público generalmente de alta capacitación profesional y poder adquisitivo o vinculado a lo digital, se convierten en un nicho que puede ser muy interesante para nuestro despacho profesional.
Aun así, hay que señalar que, de esos 10 millones de usuarios, solo el 30% lo utiliza habitualmente. Entre estos tres millones de personas están los clientes potenciales a los que nos dirigimos.
La página de empresa en LinkedIn
Lo primero que debemos hacer en LinkedIn es abrir una página de nuestro despacho, gestoría o asesoría. Para ello, es necesario que lo hagamos desde un perfil personal.
En dicha página podremos escribir sobre nuestra empresa, publicar ofertas de empleo o compartir todo tipo de publicaciones, enlaces, vídeos, infografías, etc…
Como el resto de nuestra identidad digital, nuestra página de LinkedIn debe estar muy cuidada, así como los contenidos que vayamos publicando, que deben mantener una periodicidad constante. Debe ser contenido de interés que aporte valor al usuario. Es importante buscar la especialización y tratar de sorprender. Hay mucha competencia y encontrar nuestro nicho nos ayudará a destacar.
De todas formas, es completamente normal que en un primer momento nuestras publicaciones en la página de empresa no tengan demasiado éxito. Para que su alcance sea mayor es necesario que ganemos seguidores.
Que los propios profesionales de la empresa interactúen con las publicaciones y las compartan ayudará a que más personas lo vean y dar los primeros pasos hacia la viralidad.
Publicar nuestras ofertas de empleo en LinkedIn también nos ayudará a ganar seguidores ya que, al inscribirse en la oferta, la opción marcada por defecto les convierte en nuestros followers.
De todas formas, serán los perfiles personales de nuestros empleados los que más nos puedan ayudar a alcanzar nuestros objetivos.
Con el paso del tiempo, la importancia de nuestra página de empresa para la difusión de contenidos será cada vez mayor.
Los perfiles personales
El algoritmo de LinkedIn favorece las publicaciones compartidas por particulares frente a las empresariales. Además, las empresas no pueden participar en grupos de LinkedIn ni mandar mensajes privados.
Por ello, la mayor parte de las acciones destinadas a difundir contenidos tendrán que llevarse a cabo en los perfiles personales de los empleados de la gestoría o el despacho.
Dedicar tiempo a actualizar y cuidar los perfiles de cada empleado puede parecer una pérdida de tiempo, pero es realmente importante si queremos mejorar la visibilidad de nuestra empresa en LinkedIn. Igualmente, es importante que su puesto de trabajo en nuestra empresa aparezca en su destacado. De manera que cada vez que uno de estos perfiles comenten o interactúen con cualquier contenido, el nombre de la compañía será visible para todos aquellos que lo vean.
Los perfiles personales deben compartir los contenidos más relevantes de la empresa, compartir noticias sobre ella o escribir contenido propio hablando de su experiencia en la misma. La opción que tienen los perfiles personales de “Escribir un artículo” puede ser una opción a tener en cuenta, más allá del blog corporativo.
De hecho, si queremos afianzar nuestra estrategia en LinkedIn se recomienda que cada profesional tenga al menos uno o dos artículos escritos directamente y exclusivamente para LinkedIn.
Para llegar a más personas, tenemos que aumentar nuestros contactos. Como en la vida real, los contactos digitales hay que cuidarlos, leer lo que publican, comentar y participar en la conversación. No podemos utilizar una red social como un lugar unidireccional. Ese es el verdadero secreto.
Esto significa también que no podemos utilizar el perfil de LinkedIn o la página de nuestra empresa como un simple altavoz de nuestros contenidos. Para que la difusión funcione debemos compartir también otros contenidos que nos parezcan interesantes y útiles para el público al que nos dirigimos.
Participar y comentar en las publicaciones de otros también nos ayudará a mejorar nuestra visibilidad. Esta visibilidad será clave para que nuestros contenidos lleguen a nuestro público. Una vez que llegue al mismo, la viralidad dependerá de la calidad de lo escrito.
Mensajes privados
Los mensajes privados que podemos enviarle a otros usuarios es otra fórmula que podemos seguir para difundir los contenidos. En este caso, hay una clave fundamental y es que debemos priorizar lo que mandamos.
No se trata únicamente de seguir los principios del email marketing. La razón es que, a diferencia de una lista de suscriptores, nuestros contactos de LinkedIn no han dado su consentimiento para que le llenemos su bandeja de entrada con contenidos de nuestra empresa.
Por ello, solo debemos utilizar los mensajes privados en circunstancias muy puntuales. Por ejemplo, como un primer contacto tras añadirlos como contactos, con un mensaje personalizado y en el que aportemos información de valor.
Después, podemos enviar de forma muy ocasional contenido de especial relevancia. Por ejemplo, si preparamos una guía para afrontar la Declaración de la Renta, podemos compartirla por privado cuando comience el periodo.
Lo importante es que los contenidos que difundamos sean vistos como contenido útil, con la intención de ayudar y no como spam. De lo contrario, nuestros esfuerzos caerán en saco roto.
Grupos de LinkedIn
Sí hay un apartado en el que debemos centrar nuestra estrategia de difusión de contenidos en LinkedIn para despachos, ese son los grupos.
Los grupos son un espacio privado de discusión centrados en una temática específica. Tienen moderadores y hay que solicitar el acceso a sus administradores.
Por su propia naturaleza, se trata del lugar ideal para llevar a cabo la difusión de nuestros contenidos. Sin embargo, como en las publicaciones en el muro de la página de empresa o de los perfiles personales, hay que utilizarlos con moderación.
Si los administradores del grupo consideran que estamos haciendo spam o publicidad, podrán eliminarnos del mismo. Por ello, es importante tratar de abrir debate siempre que compartamos un contenido.
Igualmente, debemos ser usuarios activos y participar en los debates que creen otros usuarios. Los grupos son, además, un buen lugar para encontrar otros profesionales con los crear sinergias también en la difusión y creación de contenidos de nuestro sector.
Por supuesto, los contenidos que compartamos en los grupos deben tener relación directa con la temática del mismo. Si estamos en un grupo de asesores fiscales, no debemos poner un contenido de asesoría administrativa o laboral.
Por último, también hay que mencionar que podemos crear nuestros propios grupos. De esta forma podemos convertirnos en un aglutinadores de interesados en una temática específica, que debe ser nuestra especialidad. Poner en marcha un grupo en LinkedIn y que este tenga éxito requiere de tiempo y de contactos, por lo que siempre es recomendable comenzar participando en grupos de otros.
No podemos olvidar añadir los grupos más relacionados con nuestra actividad en la pestaña grupos destacados de nuestro perfil de empresa.
Cómo debe ser una publicación de LinkedIn
No hay fórmulas secretas para el éxito, pero si hay unas cuantas pistas que nos van a ayudar en nuestra estrategia de difusión de contenidos.
Lo más importante es compartir SOLO contenido relevante que interese a tu audiencia. Esto permitirá un mayor engagement de tus publicaciones. A mayor engagement, más fácil será que las mismas aparezcan en los muros de tus contactos. Hay que respetar el tiempo de nuestra audiencia, hablando solo de lo que sabemos que le va a resultar útil e interesante.
Para conseguirlo, por tanto, también hay que cuidar los contactos que realizamos. No importa tanto la cantidad como la calidad de los mismos. Cuando hablamos de calidad nos referimos a qué sean personas interesadas en lo que ofreces. Nos da igual la relevancia de una persona si no está interesada en absoluto en nuestro ámbito.
Diferentes expertos en social media han destacado la importancia de hablar en primera persona en LinkedIn. Cuando comentemos publicaciones de otras personas o publiquemos nuestros propios artículos siempre es interesante que contemos nuestras experiencias personales. No importa que estemos hablando de un trámite o de la aplicación de una ley, hay que ir siempre a los ejemplos concretos de nuestra experiencia. Se trata de un aspecto clave para mantener el interés.
Por último, hay que medir y analizar las estadísticas de nuestras publicaciones en el muro y en los grupos. De esta forma sabremos cuáles son las que resultan más interesantes para nuestra audiencia y podremos seguir el camino marcado.
Al final, difundir contenidos en LinkedIn con éxito solo se consigue rodeándonos de las personas adecuadas y hablándoles únicamente de lo que les importa.