Real Decreto sobre Protección de Terneros

El Real Decreto se creó para transponer la Directiva 91/629/CEE del Consejo, de 19 de noviembre de 1991, relativa a las normas mínimas para la protección de terneros. Su propósito es garantizar el bienestar de los terneros criados en explotaciones ganaderas, estableciendo estándares mínimos de alojamiento, alimentación y cuidados para prevenir el sufrimiento animal y mejorar las condiciones de vida de los terneros.

  • Establece requisitos mínimos de espacio para el alojamiento de terneros, variando según la edad y el peso del animal.
  • Regula las condiciones de los alojamientos, incluyendo ventilación, iluminación y limpieza.
  • Define los requisitos de alimentación, asegurando el acceso a agua potable y una dieta adecuada.
  • Prohíbe el uso de sistemas de sujeción que impidan la libertad de movimientos de los terneros.
  • Establece medidas para prevenir enfermedades y garantizar la atención veterinaria adecuada.
  • Regula las inspecciones y controles para asegurar el cumplimiento de la normativa.

Este Real Decreto afecta a los ganaderos y productores de terneros, quienes deben adaptar sus instalaciones y prácticas de manejo para cumplir con los estándares de bienestar animal establecidos. También influye en los consumidores, al garantizar que la carne de ternera proviene de animales criados bajo condiciones que respetan su bienestar.

Antes de este Real Decreto, no existían normas específicas a nivel nacional que regularan de forma detallada las condiciones de cría de terneros. La transposición de la Directiva europea supuso un avance significativo en la protección animal en el sector ganadero.

Algunos ganaderos pueden considerar que los requisitos de espacio y las restricciones en los sistemas de sujeción aumentan los costes de producción. Sin embargo, defensores del bienestar animal argumentan que estas medidas son necesarias para garantizar una vida digna a los terneros y mejorar la calidad de la producción a largo plazo.