Real Decreto sobre Precio de Venta al Público de Libros
El Real Decreto se creó para proteger la industria editorial española, garantizar la diversidad bibliográfica y facilitar el acceso a la cultura mediante el establecimiento de un precio fijo para los libros. Buscaba evitar la competencia desleal y asegurar la viabilidad de las pequeñas librerías y editoriales frente a las grandes superficies.
- Establece el precio fijo del libro, que es determinado por el editor o importador.
- Permite descuentos limitados solo en casos específicos (ej. promociones puntuales, ventas a instituciones).
- Obliga a los minoristas a respetar el precio fijado, salvo excepciones.
- Fomenta la competencia leal entre librerías y protege la diversidad editorial.
- Garantiza el acceso a la cultura al evitar la concentración de la oferta en pocos actores.
Afecta a los ciudadanos al garantizar que los libros tengan un precio uniforme en todas las librerías, facilitando el acceso a la lectura y protegiendo la existencia de librerías independientes. Permite una mayor diversidad de títulos disponibles, ya que las editoriales más pequeñas pueden competir sin ser desplazadas por grandes descuentos.
Antes del Real Decreto, la liberalización total de los precios generaba una competencia agresiva que perjudicaba a las librerías pequeñas y a las editoriales independientes, amenazando la diversidad bibliográfica. Las grandes superficies podían ofrecer descuentos significativos, poniendo en riesgo la viabilidad de los actores más pequeños.
Algunos sectores argumentan que el precio fijo limita la competencia y restringe la libertad de mercado, impidiendo que los consumidores se beneficien de posibles descuentos mayores. Otros defienden que es necesario para proteger la cultura y la diversidad editorial, evitando la concentración del mercado en manos de grandes empresas.