Ley del Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales
La ley se creó para gravar los ingresos de ciertos servicios digitales que no tributan adecuadamente bajo las normas fiscales tradicionales, buscando una fiscalidad más justa en la economía digital. Pretende resolver la falta de gravamen sobre actividades económicas digitales específicas y aumentar la recaudación fiscal.
- Grava los ingresos de servicios de publicidad en línea, intermediación en línea y venta de datos de usuarios.
- Se aplica a empresas con ingresos anuales totales superiores a 750 millones de euros y con ingresos en España superiores a 3 millones de euros.
- Establece un tipo impositivo del 3% sobre los ingresos gravados.
- Define los servicios digitales sujetos al impuesto.
- Regula la gestión, liquidación y recaudación del impuesto.
Afecta principalmente a grandes empresas tecnológicas que operan en España, incrementando sus costes fiscales. Indirectamente, podría influir en los precios de los servicios digitales para los consumidores. Busca que las empresas digitales contribuyan fiscalmente de manera más equitativa.
Antes de esta ley, los ingresos de determinados servicios digitales no estaban gravados de manera específica en España, lo que generaba una menor recaudación fiscal en comparación con la actividad económica real de estas empresas.
Ha generado debate sobre su impacto en la competitividad de las empresas españolas, la posible traslación del impuesto a los consumidores y la necesidad de una armonización fiscal a nivel internacional para evitar la doble imposición.