Ley de Usura de 1908
La Ley de Usura de 1908 surge para proteger a los ciudadanos de los prestamistas que aplicaban intereses excesivamente altos, aprovechándose de situaciones de necesidad. Buscaba evitar la explotación financiera y garantizar contratos de préstamo justos.
- Declara nulos los contratos de préstamo en los que se estipula un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado.
- Permite a los tribunales determinar si un interés es usurario.
- Protege a los prestatarios de cláusulas abusivas en los contratos de préstamo.
Esta ley permite a los ciudadanos acudir a los tribunales para anular contratos de préstamo con intereses abusivos, protegiéndolos de la explotación financiera y permitiendo la recuperación de cantidades indebidamente cobradas.
Antes de esta ley, no existía una regulación específica que protegiera a los prestatarios de los intereses excesivos, lo que permitía prácticas abusivas por parte de los prestamistas.
La interpretación de qué se considera un interés "notablemente superior" ha generado debate y jurisprudencia a lo largo del tiempo, adaptándose a las condiciones económicas y financieras de cada época.