Ley de Medidas de disciplina presupuestaria
La Ley 11/1996 se creó para reforzar el control del gasto público y asegurar la estabilidad presupuestaria en España, en un contexto de convergencia económica con la Unión Europea y preparación para la adopción del euro. Buscaba evitar el endeudamiento excesivo y garantizar una gestión financiera responsable.
- Establece límites al déficit público.
- Introduce mecanismos de control del gasto de las Administraciones Públicas.
- Fija reglas para la elaboración y aprobación de los presupuestos.
- Crea instrumentos para el seguimiento y la evaluación de la ejecución presupuestaria.
- Refuerza la coordinación entre las políticas presupuestarias de las diferentes Administraciones.
La ley afecta a la gestión de los recursos públicos, influyendo en la capacidad del Estado para financiar servicios públicos como sanidad, educación o infraestructuras. Al limitar el déficit, puede implicar ajustes en el gasto público y, por tanto, afectar a los ciudadanos.
Antes de esta ley, existían menos mecanismos específicos para controlar el gasto público y asegurar la disciplina presupuestaria. La ley introdujo un marco más estricto para la gestión financiera de las Administraciones Públicas.
Algunos críticos argumentan que las medidas de disciplina presupuestaria pueden limitar la capacidad del Estado para invertir en políticas sociales y económicas necesarias. Otros defienden que son esenciales para garantizar la estabilidad financiera a largo plazo.