Impuesto sobre las Transacciones Financieras (ITF)
La Ley del Impuesto sobre las Transacciones Financieras (ITF), también conocida como Tasa Tobin, se creó con el objetivo de gravar las operaciones financieras para obtener ingresos adicionales para el Estado y desincentivar la especulación en los mercados. Se busca que el sector financiero contribuya más a las arcas públicas y promover una mayor estabilidad en los mercados.
- Grava con un 0,2% la compra de acciones de empresas españolas con una capitalización bursátil superior a 1.000 millones de euros.
- El impuesto se aplica a las operaciones realizadas por intermediarios financieros.
- Quedan exentas las emisiones de acciones, las operaciones del mercado primario y las operaciones realizadas por pymes.
- El objetivo principal es recaudar ingresos para financiar políticas públicas y reducir la especulación financiera.
El ITF afecta principalmente a los inversores y entidades financieras que operan en el mercado de valores español. Aumenta ligeramente el coste de las transacciones de compra de acciones, lo que puede influir en las decisiones de inversión. Los ingresos recaudados se destinan a financiar diversas políticas públicas.
Antes de la introducción del ITF, las transacciones financieras de compra de acciones no estaban sujetas a un impuesto específico en España. La implementación de este impuesto busca alinear a España con otros países que ya gravan las transacciones financieras.
El ITF ha generado debate sobre su impacto real en la recaudación y su efectividad para reducir la especulación. Algunos críticos argumentan que podría afectar negativamente la competitividad de la bolsa española y desincentivar la inversión. Otros defienden su potencial para generar ingresos y promover una mayor responsabilidad en los mercados financieros.