Decreto de Registro y Vacunación Canina de 1952
El decreto se creó para mejorar la salud pública y el control sanitario de los animales, especialmente para prevenir la propagación de enfermedades como la rabia. Buscaba establecer un registro y control sanitario de la población canina en España.
- Establece la obligatoriedad de registrar a todos los perros.
- Impone la vacunación obligatoria de los perros, a cargo de sus dueños.
- Delega en los ayuntamientos la responsabilidad del registro y control.
- Busca prevenir la propagación de enfermedades caninas, especialmente la rabia.
Este decreto implica que los dueños de perros deben registrarlos en el ayuntamiento correspondiente y vacunarlos periódicamente. El incumplimiento puede acarrear sanciones. Además, contribuye a la salud pública al controlar enfermedades transmisibles por animales.
Antes de este decreto, no existía una normativa nacional que obligara al registro y vacunación de perros, lo que dificultaba el control sanitario y la prevención de enfermedades.
Aunque en su momento fue una medida innovadora, actualmente podrían surgir debates sobre la necesidad de actualizar la normativa a las nuevas realidades y sensibilidades sobre el bienestar animal, así como sobre la distribución de competencias entre administraciones locales y autonómicas.